La rosa que marcó mi piel
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Llegué a la hora ordenada, subí al cuarto reservado
Dejé mis cosas sobre el mueble al lado de la cama
Quité mi ropa, puse la rosa que me encargo sobre la
almohada,
Y me arrodillé esperando su llegada.
Habrán pasado unos 5 minutos cuando oigo que ha llegado.
Entró, toco mi cabeza y se sentó en el sillón de cuero negro
de enfrente
Nunca levanté mi mirada, solo veía parte de él, y seguí
aguardando en silencio.
-Levantate perra y acostate boca abajo en la cama.
Así lo hice, sin mirarlo, solo actuando, acatando la orden.
Sentí como corrió mis cabellos de la espalda. El roce de sus
dedos, hizo que mi cuerpo
compruebe esa electricidad que me corre por completo, cada
vez que su piel roza la mía.
Y luego alcancé a ver como tomaba la rosa que me ordenó
traer. Al instante mi piel fue sintiendo como pétalos caían sobre él. Un aroma
dulce embriagó mi mente.
Al tiempo que las espinas comenzaron a rozar mi espalda.
Percibí el tallo en su mano,
Recorriendo de arriba abajo mi cuerpo, marcando, rozando,
presionando.
Luego fue el turno de mis piernas, una a una las recorrió
con ese tallo espinoso.
Por dentro y fuera las fue surcando. Lentamente no sentí más
nada y sorprendentemente, comenzó la azotaína sobre mis nalgas.
El cuerpo ardía, pero mi cola hervía ya.
Esas espinas se enfurecieron con mi piel. Mis lágrimas
surcaron las mejillas y mordí mis labios para soportar, aquella bella tortura.
Cuando todo quedó en calma, sentí sus manos surcando cada
marca.
Luego me ordenó levantarme y mirarme al espejo, al hacerlo
dijo
-
Quién sos?
-
mika de TIN SEÑOR, su sierva
Esta vez no volvió a preguntar, he respondido lo esperado.
[...]
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