Sumida a ti

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...y al pasar las horas, empecé a sentir frío, dolor insoportable...dudé
Me recriminé a misma dónde había quedado u olvidado la confianza. El vendría lo sé, estoy segura y senti estallar mi piel en pequeños filos helados que cubrieron mi cuerpo y mi mente volvió a caer en la desesperanza.
El dolor era extremo, el frio lo potenciaba más y más y el tiempo seguía escapándose de mí, sin que yo pudiera detenerlo. Nada podía hacer, sólo aguardar, soportar y confiar.

De pronto me sentí ahogar, las cuerdas tan justas no permitían a mi pecho agrandarse, necesitaba aspirar mas aire, la vista se  nublaba, el cuerpo tenso dólía y... algo destelló en mi interior y poco a poco fui nombrando cada parte, percatándome  de un dolor que ya no sufría, comencé un juego mental, éramos mi cuerpo, las heridas, y yo.
No fue sencillo, no fue agradable ciento por ciento, no gocé de todo, pero lo logré ... logré superar la condición y la situación fue placentera.
El llegar mi Señor fue el comienzo de un aftercare que aún hoy, 7 días después de la prueba, continúa. Y yo me siento completa, agradablemente sumida a sus caprichos
TAtp




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