...y al pasar las horas, empecé a sentir frío, dolor insoportable...dudé
Me recriminé a misma dónde había quedado u olvidado la confianza. El vendría lo sé, estoy segura y senti estallar mi piel en pequeños filos helados que cubrieron mi cuerpo y mi mente volvió a caer en la desesperanza.
El dolor era extremo, el frio lo potenciaba más y más y el tiempo seguía escapándose de mí, sin que yo pudiera detenerlo. Nada podía hacer, sólo aguardar, soportar y confiar.
No fue sencillo, no fue agradable ciento por ciento, no gocé de todo, pero lo logré ... logré superar la condición y la situación fue placentera.
El llegar mi Señor fue el comienzo de un aftercare que aún hoy, 7 días después de la prueba, continúa. Y yo me siento completa, agradablemente sumida a sus caprichos
TAtp